Tú,
allí
venida
de otras tierras
roca
viva en el paisaje,
que
das vida al acantilado
que
pareces la Sirena en Copenhague
que
dominas el horizonte con tus ojos
de
ausencia, de dulzura, de distancia.
Es
tu rostro pacífico
el
cantábrico caudal azulado
que
se adormeció en las horas
donde
la playa mansa
y
tu sonrisa leve
esperan
para abrazar las olas;
chica,
mujer, niña de otro lado
sabor
y aroma de Lastres,
entre
la limpidez del cielo
bucólica
campiña, ocre de tejas iguales
y
verdor esplendoroso,
eres
luz, brisa y paz
y
por ello en tu vestido
despertó
la primavera.
Agua
adormilada, horizonte y lejanía
venida
del sur de otras tierras
trajiste
tu nombre, tu voz
y
la pincelada que faltaba
al
idílico paisaje asturiano.
Bolívar Delgado Arce
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Valoraré en sumo grado su inteligente como generosa referencia a este blog.