domingo, 23 de enero de 2022

CANCIÓN DE OTOÑO EN PRIMAVERA

Juventud, divino tesoro, 
!ya te vas para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro... 
y a veces lloro sin querer. 

Plural ha sido la celeste 
historia de mi corazón. 
Era una dulce niña, en este 
mundo de duelo y aflicción. 

Miraba cómo el alba pura; 
sonreía como una flor. 
Era su cabellera oscura 
hecha de noche y de dolor. 

Yo era tímido como un niño. 
Ella, naturalmente fue, 
para mi amor hecho de armiño,
Herodías y Salomé... 

Juventud, divino tesoro, 
!ya te vas para no volver...! 
Cuando quiero llorar, no lloro, 
y a veces lloro sin querer... 

 La otra fue más sensitiva, 
y más consoladora y más 
halagadora y expresiva, 
cual no pensé encontrar jamás. 

Pues a su continua ternura 
una pasión violenta unía. 
En un pelo degasa pura 
una vacante se envolvía... 

En sus brazos tomó mi ensueño 
y lo arrulló como a un bebé... 
Y le mató, triste y pequeño, 
falto de luz, falto de fe... 

Juventud, divino tesoro, 
!te fuiste para no volver...! 
Cuando quiero llorar, no lloro, 
y a veces lloro sin querer... 

Otra juzgó que era mi boca 
el estuche de su pasión 
y que me roería, loca, 
con sus dientes el corazón 

poniendo en un amor de exceso 
la mira de su voluntad, 
mientras eran abrazo y beso 
síntesis de la eternidad: 

y de nuestra carne ligera 
imaginar siempre un Edén, 
sin pensar que la primavera 
y la carne acaban también... 

Juventud, divino tesoro, 
!ya te vas para no volver...! 
Cuando quiero llorar, no lloro, 
y a veces lloro sin querer... 

!Y las demás!, en tantos climas, 
en tantas tierras siempre son, 
si no pretexto de mis rimas,
fantasmas de mi corazón. 

En vano busqué a la princesa 
que estaba triste de esperar. 
La vida es dura. Amarga y pesa. 
!Ya no hay princesa que cantar! 

Mas, a pesar del tiempo terco, 
mi sed de amor no tiene fin; 
con el cabello gris me acerco 
a los rosales del jardín... 

Juventud, divino tesoro, 
!ya te vas para no volver...! 
Cuando quiero llorar, no lloro, 
y a veces lloro sin querer... 

!Mas, es mía el Alba de oro! 

              Rubén Darío 
            (Nicaragüense)

domingo, 16 de enero de 2022

PUNTO


Solo hay dos maneras de hablar:

contigo, con el corazón;

con los demás

con todas las lenguas.



Bolívar Delgado Arce










ÇÇ 


sábado, 15 de enero de 2022

POETA INVITADO

Cometa de ultramar que doma la cadencia de las jabalinas.

Azulejo salobre. En la brisa enrojecida del poniente

Anidan los albatros. En el sol hurga un cabrero de gasa.

Silabario en mi huerto de carámbanos

Diáspora de luz y efigie dorada.

Hecatombe breve de la aurora,

Aljibe de gaviotas, escudo de doble luna

Para el ciego trigo que trota como un jamelgo

De pestañas en las cristalinas cañadas de tus ojos.


Hebras de arcilla. Miel en tus ojeras.

Te veo madurar cada vez que enarbolo mis ojos

Como un vencejo, como un vino taciturno

Que se interna en la madreselva de las arterias,

En los impalpables latidos que se evaporan.


                   Rolando Ruilova Lituma 
                        (Azogues-Ecuador) 

                  De: "Que me embriague el mar 
                  con tus sílabas intactas"



jueves, 6 de enero de 2022

NAUFRAGIOS

 Unos

se hunden en ajenas

profundidades.

Otros, en sus adentros inexpugnables

por el peso de culpas

y lastres

inconfesables.

Unos más, en abismos

extraños

de oscuridad y de misterio.

Otros más,

son hundidos por hechos y palabras

de terceros.

Pocos

se sumergen

en las aguas de la inmortalidad

y de la historia

por el peso de su gran

corazón

e intelecto.

 

Bolívar Delgado Arce

         (Inédito)