Blog de Bolívar Delgado Arce. Dr. en Leyes, Directivo y Editor periodístico, Poeta y Escritor; Dirigente con alma revolucionaria. Escritor favorito: Pablo Neruda; Ama la música clásica, la pintura, los viajes. Co fundador de la Sociedad Literaria y Cultural "Letra Nueva", de Azogues; Miembro de: Academia Iberoamericana de Poesía, Capítulo Ecuador (Cuenca); Asociación Latinoamericana de Poetas ASOLAPO (Lima-Perú). Instagram: poemas_ventana_de_instantes
miércoles, 26 de abril de 2017
lunes, 24 de abril de 2017
POEMA INCONCLUSO
TU BESO
(A este poema le falta un verso (un beso) )
(A este poema le falta un verso (un beso) )
Y así mi estro persiguió
lo más ansiado: tu beso,
tus besos de gasas y esencia
azucarada.
Pretendí encontrar cual orquídeas
tus más escondidos y dulces besos
allá, en la Amazonia;
en la niebla mexicana
o en los ecos de los pelo largos de
Liverpool.
Y busqué tu beso imaginado
ideado, esperado, soñado
entre las olas de ese mar
crepitante que me resuena
y que llevo conmigo a todas partes.
Pretendo, he pretendido saborear
tu beso en la miel destilada
de abejas silvestres;
caminante de jornadas repetidas
sediento colibrí y pelícano
hambriento,
he ido a la isla de Martí en tu búsqueda,
y te busqué en los lagos de Zúrich;
en los grandes ríos orientales
allende los Andes;
y escudriñé tu ansiado, tibio beso
cuando crucé los Alpes y el Monte
Blanco
y las blancas sendas
de nevados y volcanes.
Y tu beso, no lo sabía,
también me perseguía
y tan cercano iba,
que escuché su llanto,
y vi las estrellas de su atuendo
y me sonó su arrollador paso
cuando sólo le pedí se detuviera
y posara a mi lado.
No lo sabía
siempre había estado a mi costado.
Y ...
Bolívar Delgado Arce
(Inédito)
miércoles, 19 de abril de 2017
MINI COMPOSICIONES DE OTRA AFAMADA POETA ECUATORIANA:
* y qué pasaría si un día
amanecen las calles con candado?
y qué pasaría si mi corazón se muda
al pecho de un canario?
* tu nombre... deja una cicatriz de naves
(incendiadas
aquí, en el océano de mi pecho.
* tras tus ojos insomnes
gota a gota
desaparece el mar
* para entonces: solo un canto amargo te despertará
por la noche y te llevará mi nombre
... ya podrida astilla de naufragio
* hablamos -recuerdas?- de ir a buscar tú y yo
tréboles de siete hojas en la atlántida
pero... solo era poesía
era nada
Sara Vanégas Coveña
amanecen las calles con candado?
y qué pasaría si mi corazón se muda
al pecho de un canario?
* tu nombre... deja una cicatriz de naves
(incendiadas
aquí, en el océano de mi pecho.
* tras tus ojos insomnes
gota a gota
desaparece el mar
* para entonces: solo un canto amargo te despertará
por la noche y te llevará mi nombre
... ya podrida astilla de naufragio
* hablamos -recuerdas?- de ir a buscar tú y yo
tréboles de siete hojas en la atlántida
pero... solo era poesía
era nada
Sara Vanégas Coveña
domingo, 16 de abril de 2017
FELICIDADES EN ESTA PASCUA FLORIDA DE RESURRECCIÓN, Y SIEMPRE
DESPUÉS DE LA VIGILIA
La intocada nueva
luz e intocable,
coronando
la salvífica escena
del Cordero que en la última
cena
instaurara misterio admirable:
Sangre y Cuerpo
en altísima prueba
de amorosa pasión
perdurable.
Tu tribulación
ha terminado
me señala el rostro admirable
lo confirma la sonrisa amable
y dulcísima del Resucitado.
Bolívar Delgado Arce
De: "En torno a la Cruz"
viernes, 14 de abril de 2017
VIERNES SANTO...
"YA ESTÁN PISANDO NUESTROS PIES..."
Pedazos de roca azul caídos
tras los siglos
al collado; colgante farolillo en torno
a Sión
la mano del Eterno abrió tus ocho puertas
ciudad Santa
sandalia suelta, pendiente olor de olivo
del Getsemaní
pregonero excelso del paso del Amado
triturado polvo del bíblico historial
de tus montes crispados de angustia
latente injusticia
en tus líneas cortas, quedas, viejas,
angostas, mudas.
Tu calcañar desde Judea apunta
a Galilea
y el manso Jordán serpiente verde
y mansa en la desértica arena
gratifica al alma que llora ante el Calvario.
Siento frío en tus noches de luna plena,
tus astros lucen cual mojados
más brillantes;
Jerusalén, aún huele tu entraña
a sangre justa, azotada carne
y eterna mansedumbre.
Lamentación israelita corroe aún
el muro de tu Templo,
se quedan suspensas las aves en tu entorno
y el llanto peregrino
que holla tus empedradas vías; y, desde
las campanas de tus torres
minaretes y sinagogas me crece
un nudo en la garganta que estalla
sin remedio
en el mármol sepulcral do el Cordero
descansara de su cruz, su escarnio
y mi pecado.
Veinte siglos recorre mi planta atribulada
y revive pedazo a pedazo el paso de los doce
y su Pastor,
de la Madre, de los pobres, de los reyes...
de la turba...
y riegan el llanto universal -con el mío-
tus viñedos, tu dorada mezquita,
tus desparramadas piedras, las tumbas
de tus profetas y patriarcas
y tu estirpe de David y Salomón,
del paso de tu Rey proclamado
y por tu mismo pueblo, de la tierra levantado.
Te soy en adelante, Jerusalén, tu peregrino
y llevo en mí tus callejas, tus doradas colinas
tu historia;
me recorren hoy la sangre tus mil muertes,
tu eterna gloria
tus rocas florecidas y reverdecido aroma
cuando cae en ti la tarde sonrojada
y una nueva lágrima se empoza
en mi alma.
Jerusalén-Israel, noviembre de 1992
Bolívar Delgado Arce
De: "En torno a la Cruz"
Pedazos de roca azul caídos
tras los siglos
al collado; colgante farolillo en torno
a Sión
la mano del Eterno abrió tus ocho puertas
ciudad Santa
sandalia suelta, pendiente olor de olivo
del Getsemaní
pregonero excelso del paso del Amado
triturado polvo del bíblico historial
de tus montes crispados de angustia
latente injusticia
en tus líneas cortas, quedas, viejas,
angostas, mudas.
Tu calcañar desde Judea apunta
a Galilea
y el manso Jordán serpiente verde
y mansa en la desértica arena
gratifica al alma que llora ante el Calvario.
Siento frío en tus noches de luna plena,
tus astros lucen cual mojados
más brillantes;
Jerusalén, aún huele tu entraña
a sangre justa, azotada carne
y eterna mansedumbre.
Lamentación israelita corroe aún
el muro de tu Templo,
se quedan suspensas las aves en tu entorno
y el llanto peregrino
que holla tus empedradas vías; y, desde
las campanas de tus torres
minaretes y sinagogas me crece
un nudo en la garganta que estalla
sin remedio
en el mármol sepulcral do el Cordero
descansara de su cruz, su escarnio
y mi pecado.
Veinte siglos recorre mi planta atribulada
y revive pedazo a pedazo el paso de los doce
y su Pastor,
de la Madre, de los pobres, de los reyes...
de la turba...
y riegan el llanto universal -con el mío-
tus viñedos, tu dorada mezquita,
tus desparramadas piedras, las tumbas
de tus profetas y patriarcas
y tu estirpe de David y Salomón,
del paso de tu Rey proclamado
y por tu mismo pueblo, de la tierra levantado.
Te soy en adelante, Jerusalén, tu peregrino
y llevo en mí tus callejas, tus doradas colinas
tu historia;
me recorren hoy la sangre tus mil muertes,
tu eterna gloria
tus rocas florecidas y reverdecido aroma
cuando cae en ti la tarde sonrojada
y una nueva lágrima se empoza
en mi alma.
Jerusalén-Israel, noviembre de 1992
Bolívar Delgado Arce
De: "En torno a la Cruz"
martes, 11 de abril de 2017
lunes, 10 de abril de 2017
domingo, 9 de abril de 2017
DOMINGO DE RAMOS...
AL FILO DEL CAMINO
Te llamo a voces desde lejos
quiero acercarme, mas,
la muchedumbre no me deja;
te hago señales con la mano,
estiro mi cuello, asomo la cabeza
para que logres verme entre tantos;
me he acercado arrastrándome en el polvo
por entre los pies de todos quienes
me pisotean y he logrado -por fin-
tocar tu manto... lo sacudo llamándote
a duras voces desde abajo,
hay tanto griterío,
es imposible, no puedes mirarme
ni reconocerme...
Te vas otra vez, tu camino sigue;
sin embargo estuve cerca, tan cerca de ti
que no creo necesitar más,
y me he quedado solo otra vez
al filo del camino, sintiendo tu amor,
tu aliento y compasión que creo
ya no se apartarán de mi, Señor,
en adelante.
Bolívar Delgado Arce
De: "En torno a la Cruz"
Te llamo a voces desde lejos
quiero acercarme, mas,
la muchedumbre no me deja;
te hago señales con la mano,
estiro mi cuello, asomo la cabeza
para que logres verme entre tantos;
me he acercado arrastrándome en el polvo
por entre los pies de todos quienes
me pisotean y he logrado -por fin-
tocar tu manto... lo sacudo llamándote
a duras voces desde abajo,
hay tanto griterío,
es imposible, no puedes mirarme
ni reconocerme...
Te vas otra vez, tu camino sigue;
sin embargo estuve cerca, tan cerca de ti
que no creo necesitar más,
y me he quedado solo otra vez
al filo del camino, sintiendo tu amor,
tu aliento y compasión que creo
ya no se apartarán de mi, Señor,
en adelante.
Bolívar Delgado Arce
De: "En torno a la Cruz"
lunes, 3 de abril de 2017
EN ESTA DURA ÉPOCA INVERNAL...
LLOVÍA
Llovía tanto, tanto
¿te acuerdas cómo llovía?
que de tu casa a la mía
solo dos pasos podría cruzar.
solo dos pasos podría cruzar.
Estaba frío el asfalto,
había nieve en el aire,
hielo en la noche cerrada.
Entonces te dije,
tendrás que quedarte aquí
conmigo en mi cuarto,
¿quieres?¿quieres?
y... no quisiste.
había nieve en el aire,
hielo en la noche cerrada.
Entonces te dije,
tendrás que quedarte aquí
conmigo en mi cuarto,
¿quieres?¿quieres?
y... no quisiste.
Ay que lástima.
Llovía tanto, tanto
¿te acuerdas cómo llovía?
Llovía tanto, tanto
¿te acuerdas cómo llovía?
ANÓNIMO
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