domingo, 28 de octubre de 2018

ORQUÍDEAS

Entre el inmaculado diálogo
del musgo, las neblinas y las sombras,
o en la aridez del tallo humedecido
exhala torbellinos de luz
y de colores,
increíbles y mágicos besos
la mansa natura exuberante,
que en vorágine indetenible
besa al viento, besa al cielo
con pétalos en formas,
gamas y matices,
y en cascadas de rasgos increíbles
avasallan al verdor, a los pájaros
al viandante,
con su fardo indescriptible
de mágicos detalles y caprichos;
patrocinio del espíritu innegable
ocultamente infaltable
en los bosques,
piedras, escarpadas
y caminos.


                     Bolívar Delgado Arce

De: "A lo lejos alguien canta". (Inédito)

sábado, 20 de octubre de 2018

MUSA

Cantando, llegó cantando
la dulce Musa de abril
con su risa entonando
melodía muy sutil.

Pasó su vida risueña
no conocía el pesar
cuando el amor rompió el sueño
conoció lo que es llorar.

Ya tarde en la madrugada
voló en el pastizal
creyóse una ninfa alada
o por lo menos zorzal.

La tarde que la enterraron
al rostro color marfil
de rosa y nieve la ungieron
toda ella era un pensil

se fue cantando y amando
la dulce Musa de abril.


          Bolívar Delgado Arce

De: "Entre la transparencia y el espejismo"

domingo, 14 de octubre de 2018

ADÓNICA

Pedazo de uva madura en la longitud
de la noche, doncella llegada a mí
con el suave parpadeo de la tarde
y el dulce aletear de grandes soles
anochecidos.

Surges como la exquisita nostalgia
de las mariposas de humo dormidas
y con el encendido vuelo de luciérnagas
ciegas.

Deslúmbranse mis ojos -ayer fríos metales-
por el raudo centellar de tus pupilas;
la espera ha sido larga, mi reina,
gaviota de tantos viajes ignorados;
te tengo a fuerza de cantos de caracoles
oscuros, de cálidos sueños y de ausencias.
Has llegado, al calor del vuelo de mis cartas,
tenías que venir y has venido
y te amo.

Adónica, mi pecho de oscuro horizonte
esperaba, y le llegó el estío; con tus manos
y las mías lanzamos los dardos a los pájaros
libertos de la noche; curiosas las horas,
negras pero ebrias de fuego
responden al silencio quebrado por el mar,
por la tarea nupcial que se cuelga
de los cipreses, de tu belleza y mi anhelo;
están llenas las manos, de ti, de mí,
así no caben despedidas, mi bella, mi Musa,
mi sol del alba, nocturna luciérnaga mía.

Debías, o tenías que venir con el estío;
has llegado en mil notas musicales,
entre versos, pájaros y férreas estaciones,
tenías que venir, has venido,
y te amo.


                               Bolívar Delgado Arce

De: "Entre la transparencia y el espejismo"


domingo, 7 de octubre de 2018

NEREIDA

Te vi corriendo en la lluvia
devorar la calzada brillante
Sí, yo te vi; vile salpicarse
tu pantalón violeta
y al racimo de tu pelo graciosamente
balancearse.
Gardenia, abedul, cruzaste como un sueño
abrazando la humedad, el viento
la distancia,
con agitación que no alcanzaba
a cambiar la luz de tus ojos
ni su color,
la rosa de tu rostro, niña, y de tu boca;
qué pena, que gracia y alegría
te vi correr bajo la lluvia
y fue con esos mismos ojos
que te siguieron igual
que los del niño a su cometa
que los de un marinero al puerto;
te seguí con esos mismos ojos
graciosa ninfa,
que ávidos te siguen y callados
desde hace rato, desde hace días...
!desde siempre!


                         Bolívar Delgado Arce

De: "Entre la transparencia y el espejismo"

lunes, 1 de octubre de 2018

NERUDA: 45 años de ausencia

Publicación en el Semanario "Heraldo del Cañar", del sábado 22 de septiembre de 2018.
Al Poeta Universal en el nuevo aniversario de su muerte.