sábado, 16 de octubre de 2021

EL DIARIO DESTIERRO

Tengo en el alma lagos

azul claro

y de vasta forma;

en los ojos témpanos

de lágrimas inconmovibles;

en las manos diez saetas

para herir al horizonte

y derrumbar las distancias;

y en la boca

en la boca nuevos versos

para gritar en las noches;

y diez desvaríos nuevos

para creer que sueño,

mientras persigo a las sombras

y las sombras

al nuevo destello

que rasga terciopelos

multicolores esperanzas

que terminan siendo

nuevos y también

inconmovibles destierros.

 

 

Bolívar Delgado Arce

           (Inédito)

 

viernes, 8 de octubre de 2021

SIEMPRE

Siempre aquellos 
 engendrados por la herida que no cierra, 
 por la cavidad hecha instante 
 como hélice que no despega a la nave 
 freno y acelerador de las cosas compartidas
 pasajero y carruaje en la sinfonía triste. 
 Navegantes puntuales de la hora 
 que contaminan el cero con todos los números, 
 matemáticas de manos solitarias 
 dejad que llueva 
 para que el relámpago en la mirada 
 encienda el eco de las travesuras infantiles, 
 infantes de comparsas leudadas 
 en contra-tiempo del vuelo de los insectos, 
 en los pétalos que abren los días siguientes 
 que corren en los zapatos apretados del adiós, 
 en la pesadilla de la misma página 
 que no retira el pulgar de las complicaciones 
 propias
 con el pulso inquieto de la sombra que se adentra
 en la alargada agitación de los dedos
 con la puerta de calle llena de todo
 y ausente de presente. 
 Clavados en otros cosmos
sus cuerpos descongestionaron los truenos 
 y las semillas de nuevo cargaron la misma cruz; 
 bandera parda rompe los diseños conocidos
 estrecha el aire
para que todas las narices sean migajas de luz
precede al terrible sonido de los dolores
 y escapa por la aurora enrojecida de la vergüenza
 así en la latitud que lleva tu nombre de caña partida
 encuentra el pájaro con venas de salitre
 en cada prendida de los cirios
 o en el pan consumido que apaga la vida;
 la leyenda que escribe la espera en cada gota de 
páramo siente volar su estancia con las púas tuteantes de 
las centellas
 en las tardes que se escurren
 entre los bolsillos
 que se han roto de repente. 

                 Fernando Torres Regalado 
                 De: "REENCUENTRO"

EN MEMORIA DEL GRAN ESCRITOR ECUATORIANO: ELIÉCER CÁRDENAS ESPINOZA