desde donde nos amputaron la
existencia,
desde lo escarpado de una herida,
lo puntiagudo de una cicatriz
y una enfermedad internacional.
Dejemos la postura alicaída y,
como mini sociedad organizada,
ecualizando el reloj cardiovascular
y haciendo el cruce al tranvía de la vida,
!volvamos a la abina de mando!
Volvamos a empezar desde una celda,
desde una sala de cuidados intensivos,
desde un llamado de atención,
desde un castillo de naipes derribado.
Volvamos desde cero, sin bostezos
ni falsos parpadeos.
Reanudemos el juego
desde el minuto de silencio,
desde el entretiempo,
desde la lesión no sancionada,
desde el abucheo.
Volvamos a empezar desde un
accidente,
desde un knock out, desde un puntapié,
desde una costilla rota,
desde un cero sobre veinte,
desde una fractura,
que volver a empezar
es mejor que continuar
en cuidados intensivos.
Saúl Galarza Ochoa
(Cañar-Ecuador)
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Valoraré en sumo grado su inteligente como generosa referencia a este blog.