domingo, 18 de agosto de 2019

EMOCIÓN VESPERAL

Hay tardes en las que uno desearía
embarcarse y partir sin rumbo cierto,
y, silenciosamente, de algún puerto,
irse alejando mientras muere el día.

Emprender una larga travesía
y perderse después en un desierto
y misterioso mar, no descubierto
por ningún navegante todavía.

Aunque uno sepa que hasta los remotos
confines de los piélagos ignotos
le seguirá el cortejo de sus penas.

Y que, al desvanecerse el espejismo
desde las glaucas ondas del abismo,
le tentarán las últimas sirenas.


              Ernesto Noboa Caamaño (Ecuatoriano)
                                    (1889-1927)


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