miércoles, 12 de diciembre de 2018

VIVENCIAS DE NAVIDAD

Es la Nochebuena del ochenta y uno, y
el reloj dice doce y cuarenta y cinco y
en mi alma al Niño con cariño acuno,
cuando cantan los gallos del veinticinco. 
 
El árbol de Navidad con mil adornos
conmigo en la sala y a medidas luces,
pueblan los regalos todos los contornos
que me dan visiones eternas y dulces. 
 
Y en este otro ángulo, está el Nacimiento
señala una estrella la dulce presencia,
rebaños, montañas, pastores corriendo por
ríos y valles que un Ángel anuncia. 
 
Una humilde choza corona el Belén
donde San José y María destacan,  y
junto al Niño recién nacido se ven 
un coro de ángeles, la mula y la vaca. 
 
Afuera, la fiesta, luces, colorido, las
tiendas, portales, llenos de juguetes,
hay gente en la calle, todos han salido a
comprar regalos en gastos ingentes. 

Suenan villancicos hermosos y tristes,
olor a incienso y calor de velas, noche
de adornos, luces, panderetas 
estrellas, dulces, música y bengalas… 
 
No sé qué decirte ahora, Niño Dios,
estoy aquí a solas junto a tu pesebre 
mas, debo decirte tantas cosas mías en
la noche ésta del mes de diciembre. 
 
Tú ves todo esto dulce Niño mío,
que todo ese gozo para otros seres es
dolor, angustia, decepción y frío,
son familias pobres como tú lo eres. 
 
¿Te pido regalos esta Nochebuena? ¿he
nombrado obsequios, riquezas muy grandes? 
aquello es superfluo, nada es cosa buena, mi
pedido es otro al que tú me agrades. 
 
Tan solo la Paz para el mundo pido; poder
para el  débil, pan para el hambreado
protección al niño solo y desvalido que de
navidades nunca ha gozado. 
 
Que a mí adorable Madre y familia
no les falte nunca la gracia de vida,
y por mis parientes, en esta vigilia y
para el amigo te pido la vida. 

Quiero que los magos se acuerden de
todos, que si no dan nada, pues nada nos
quiten, y vivan tu fiesta, que la gocen
todos, que brille tu estrella, que todo ilumine. 
 
En el coro de la iglesia se escuchan voces
celestiales culminar la Misa, “Noche de
Paz”, dicen y ahora es mucha 
la nostalgia que en mi alma se agudiza… 
 
Ah… ya verás Señor, terminé llorando,
hay emoción y llanto, ternura y dolor
cuando ante tu cuna estoy conversando, 
y no puedo más… Hasta mañana Señor…


                                Bolívar Delgado Arce

De: "En torno a la Cruz"

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