De repente doblaron inusitadas campanas
escuchadas
en el interior de mis más íntimos arcanos.
en el interior de mis más íntimos arcanos.
Todas las campanillas rompieron en bullicio
cuando te sentí llegar al camino de mi vida.
en que se convirtió mi cuerpo desde entonces.
echaron a volar cuando te vi y me sonreíste.
cardinales de mi geografía interior incrédula.
otros altos campanarios, golondrinas y colores
y en los recovecos e insondables ritmos cardiacos.
y almendras, estrellas, luna y fantasías azules.
que inundaron nuestros rostros, las escuchaste.
con azares en la mano escuchando mil repiques
en torno a la torre de la iglesia del pueblo…
a copas amargas de desconcierto y pena,
sin que haya cristal cortando el vino inaugural…
sin pausa, pero con un dejo de tristeza incalculable
ni las flores, ningunas manos enlazadas, ni testigos
junto a dorados candelabros, y la tierna mirada
su acuerdo con una entusiasta promesa pronunciada.
y su voz es no solo alegría, sí, desconcierto o llanto.
quizá con olor a soledad, a ausencia inescrutable.
si no trepamos las torres blancas del anhelo
si no sacudimos los cabos y soltamos todos los tañidos.
por el paso final de lo que no fue y no será, para siempre.
Bolívar
Delgado Arce
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Valoraré en sumo grado su inteligente como generosa referencia a este blog.