de buscar el Argé de las cosas
y la exactitud matemática del cosmos.
Ven, para bañarnos más
de una vez, en las mismas
aguas del correntoso río
de tus venas;
tornar a mirar el áureo florecer
de todos los arbustos oscuros
que se bañan de magia
en los vastos guayacanes.
Te invito, te convoco, te llamo,
con la apasionada y celosa guardia
de mi alma; te cito, para arrestarte
para que solo escuches mis versos,
para sembrar nuevos y resucitados besos
en las alas del viento.
Ven, que el son de panderetas
te anuncien por los caminos;
que la luz de la luna te alinee
columnas y capiteles,
flores, barriletes y perfumes.
Ven, aunque solo sea para que
los que vamos, por tu ausencia
a morir, ¡te saludemos!
Bolívar Delgado Arce
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Valoraré en sumo grado su inteligente como generosa referencia a este blog.