Cuando los días
lloran estériles...
anegados por una marea
de plástico y recuerdo,
nace la diosa
de los adioses...
enclaustrada en las tardes
de su ocio,
No es París,
la ciudad del amor
y del derroche...
es tu mano generosa
asida al fragor de la distancia,
quien revierte
en su pecho generoso...
el sabor de la luz, y de la noche.
José Antonio Paniagua M.
(Poeta español amigo)
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Valoraré en sumo grado su inteligente como generosa referencia a este blog.