No comprendo todavía cómo te vi
fresca, lozana y entera,
si tantas horas te devasté contra
mi pecho, con mis brazos y mis labios;
cómo si fueron horas y horas
de días repetidos en que, literal,
te deshojé y despetalé vehemente,
como a una débil margarita;
si eché a rodar una a una tus corolas
cada una de tus células
cada una de tus alegrías,
cada una de tus lágrimas.
Dime: cómo amaneciste sin huellas
de mis manos y mis dientes
en tu piel que estropeé insumiso?
Cómo amaneciste con fuerza y sonriente,
si te exprimí todos tus besos
por tus labios que los vi sangrantes?
Cómo, si te vi desfallecer, no una,
sino repetidamente y a mi sombra
y te reanimaste con el agua de luceros?
Tantas noches, tanto tiempo, ya no sé,
que te marchité como a hoja de hierba,
que te saboreé como fruta madura
y te reventé como panal silvestre
y al día siguiente continuaste altiva
fresca, lozana y entera
ante mis ojos incrédulos y aún ansiosos
que continúan persiguiendo tu huella.
Sí, son tantas noches de interminable
encanto sucumbidas que, al despertar
volvieron a decirme
que una vez más
había naufragado en tus orillas.
Bolívar Delgado Arce
De: "A lo lejos alguien canta" (Inédito)
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Valoraré en sumo grado su inteligente como generosa referencia a este blog.