Y así, todo nace a partir de la
nada.
Una mirada, arrebato de luz y de colores la salida
del sol,
fiesta de pájaros, neblinas en vuelo, trompetas
rompiendo,
verdor de follaje, rumor encantador de
arroyuelos
agolpándose en piedras sencillas, multiformes,
de colores;
caminos, sendas y destinos de brillante traje,
flores desgajando, derrochando, esparciendo
gracia
aromas y cuentos de hadas, de duendes y
castillos
en su sépalo, y gotas de cristal en sus
mejillas.
Días mirando al futuro sin pestañar, apuesta el
alma
al optimismo, a la sonrisa, a la alegría,
nada importa, solo eso, nadie importa, solo el devenir.
Días de canto y de encantos, horas de versos
que arrasan,
de pasión, de brazos ardientes, de labios que
nombran
con dulzura otros nombres, de dibujar en los cuadernos
de plasmar en las paredes los motivos del
insomnio;
es la ascensión de sueños, nota, arpegio y
melodía,
tiempo en que se descubre, se siente y se
conoce al amor…
Tiempo de bienvenidas, abrazos y promesas…
Llega la infaltable despedida.
… Y se pone el sol, muchas veces antes del
estío,
plegarias solas de pájaros acurrucados, viento
frío,
penumbras en el bosque, murmullo de las
sombras;
no hay más sendas que el camino a la tristeza,
a la soledad, angustia, nostalgia y desencanto;
los cerros destilan fantasmales formas, burdos
ecos,
los ojos ya no miran, no quieren mirar, nada hay
por ver;
gemidos de estrellas entre abrumadoras nubes y
amenazadores
ecos de tormenta insaciable. Resonar de llanto
entre nombres
sin historia, infinitos deseos de partir sin
saber a dónde,
nada querer, ni esperar, nada sentir, ni saber,
ni vivir.
Todo ha vuelto a cero, todo cambia de extremo.
Es tiempo de despedidas, de manos levantadas, nadie
gana
ni pierde nada, solo se ha vivido, se ha dado y
recibido,
se ha conocido, amado, disfrutado y sufrido: Todo
vuelve a cero;
y nada podrá arrebatar lo que se amó,
ni el rostro de lo amado; tampoco se borra lo
sufrido.
Se ha vuelto a cero, ahora solo caben
despedidas;
una vez más, y una vez más, a buscar en el
comienzo
nueva senda, nuevo amor y el dialéctico rehacer.
Volvió el tiempo de reiniciar.
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Valoraré en sumo grado su inteligente como generosa referencia a este blog.