martes, 27 de febrero de 2018

UNA MIRADA A LA POESÍA ERÓTICA

Julio Romero Vicuña, connotado escritor azogueño radicado en Guayaquil desde hace varios años, entre sus obras posee una titulada "Del Solar de Eros" (Selección de Poesía Erótica Ecuatoriana), de donde extraigo la siguiente composición para ofrecerles a Uds.:

                 DE OTRA VEZ AMARILIS

El tiempo ha pasado y vuelves a mi memoria.

Tu auto trepando hacia la sierra, la Cream-Rica
¿recuerdas?, volteando a la derecha, todos
esos moteles.

Entonces éramos nosotros; no tú, no yo. Me quiérote,
     te gózame, me amándonos, decíamos.

A quién llevas ahora? Contigo entre las piernas
     ¿quién pega de alaridos y triza los espejos
      donde nos repetíamos bestiales y dulcísimos?

Qué otro vientre recibe tu miel mía, peruano? Di
     qué frívola puta, qué sórdida hipócrita limeña,
     qué casada cuidadosa del cornudo.

Hijo de perra, ¿lo haces? Pero allí no, nunca, con
     nadie vuelvas a la habitación 35. Que se te
     muera para siempre, que se te pudra si regresas.

Una vez dije allí no ¿recuerdas?, dije después
     donde quieras, Tú me observabas igual que un
     entomólogo, eras un médico lascivo examinando
     una muchacha muerta de amor: no hables, eres
     una muñeca, un cuerpo sin voluntad, y me
     tocabas probándome y fui un durazno de esos
     que se abren con la mano.

Un durazno, dijiste a mis espaldas, a la luz de la
     tarde, separando con suavidad mis carnes,
     descubriendo lo que ni yo conozco, mi zona
     más oscura, la que guarda esa caricia atroz,
     obscena y tuya que no olvido.

Júralo: no has de volver a esa cama con nadie. Me
     has negado tu cuerpo, el que gustaba mirar
     impúdico y erecto viniendo a mí, el tuyo que
     era el mío. Concédeme esto entonces: anda a
     otro sitio a hacer tus porquerías.

O vuelve a la habitación 35. El tiempo ha pasado,
     ya no hay sino recuerdos y Amarilis qué puede
     sino juntar palabras. Ahora somos tú y yo, no
     existe más nosotros. Uno y uno, dos solos: yo
     y esa mierda que tú soy y yo añoras, desgraciado.

                                                           Márgara Sáenz

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Valoraré en sumo grado su inteligente como generosa referencia a este blog.