En los siguientes días al de su nacimiento, escribí estos versos a mi primer hijo, hoy gracias a Dios convertido en un joven pero ya reconocido Médico, Especialista en Cirugía, y que reside en la ciudad de Quito.
EL ROSTRO DE MI HIJO
A Bolívar
Fernando
Tu rostro no es
severo,
tu rostro es
extrañamente
sereno;
tu sonrisa es
hermosa
e inocente
la mirada, esa
mirada
segura,
gobernante
en sí, todo tu
rostro es
hermosamente
serio
y noble,
profundo,
firme, tranquilo
tu rostro de
hombre
de ahora y del
futuro
de niño, de
varón, sí, de hombre
tu rostro hijo
mío,
es
hermosamente
sereno.
Bolívar Delgado Arce
De: "A lo lejos alguien canta" (Inédito)
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Valoraré en sumo grado su inteligente como generosa referencia a este blog.