Momentos del evento efectuado en la Casa de la Cultura Núcleo del Cañar.
Azogues, Jueves, abril 24 de 2025-
Blog de Bolívar Delgado Arce. Dr. en Leyes, Directivo y Editor periodístico, Poeta y Escritor; Dirigente con alma revolucionaria. Escritor favorito: Pablo Neruda; Ama la música clásica, la pintura, los viajes. Co fundador de la Sociedad Literaria y Cultural "Letra Nueva", de Azogues; Miembro de: Academia Iberoamericana de Poesía, Capítulo Ecuador (Cuenca); Asociación Latinoamericana de Poetas ASOLAPO (Lima-Perú). Instagram: poemas_ventana_de_instantes
Momentos del evento efectuado en la Casa de la Cultura Núcleo del Cañar.
Azogues, Jueves, abril 24 de 2025-
Queridos amigos de mi BLOG en todo el mundo.
Con inmensa satisfacción y con la humildad de siempre, les comparto esta nota cultural sobre este nuevo acontecimiento de este JUEVES 24 DE ABRIL DE 2025, donde, pidiéndole prestado a Pablo Neruda, un verso de su Poema 20, he titulado a este nuevo Poemario que pongo a vuestra disposición.
Se trata, en efecto, de la obra No. 13 publicada, de las 14 de mi producción.
Este verso (título), siempre ha sido emblemático para mí, por ello también que casi una década atrás, lo tomé para designar a este Blog.
Me vi con mi cabeza reposando
en tu seno
tus brazos me sostenían en la vertiente;
disfrutaba de fuentes claras
y mansos estanques
con peces de colores ante mis ojos
y en mis manos;
frente a los dos se levantaban
únicas y majestuosas, en pares,
seis torres Petrona.
Desde allí veía tus labios
cual hojas rojas recostadas
y magníficas,
el fino perfil de tu nariz,
tus ojos ensoñadores, brillantes
de profundo albor;
y tu pelo recogido cual gavillas
de violetas en flor.
Tú no lo habrías sabido
si yo no te lo contaba,
ni yo tampoco,
ni entendido,
si no lo hubiese soñado.
Bolívar Delgado Arce
Todo es etéreo en ella:
ella misma.
El pelo es
de pronto
trigal,
los ojos
pedazos de
mar,
brisa de
la tarde
la
respiración;
su risa
preludio
sinfónico,
su voz
sublime
canción.
Bolívar Delgado Arce
Truena el cielo
y
se escucha a lo lejos,
rayos
y centellas rompen el paño
de
la nubosidad pesada y oscura
que
abruma al horizonte
a
los azulados cerros que tiritan;
y
raudos los vientos se arremolinan
en
tempestad lejana
y
llegan a la estancia
en
abanicos de hojas y polvo,
y
torbellinos
que
estremecen árboles y farolas
como
a las aves oscuras
que
buscan alborotadas la senda
con
alas y quillas resistiendo,
como
el follaje
sacudido
y despeinado
que
se deshoja y quiebra
ante
los tétricos golpes
de
tambores lejanos
y
de las primeras gruesas gotas
que
se estrellan y destrozan
y
acarrean sombras, frío
chasquidos
y estampidas
que
pronto se vuelven
cortinas
pesadas de tormenta,
charcos
y arroyos desordenados
arrastran
cuanto encuentran,
empapan
los caminos
la ciudad
vacía
e inundan
en breve
los surcos
campesinos y jardines;
en tanto
estremecen cielo y tierra
renovadas
dianas de fogueo
de las
nubes nimbadas
de sombras
vespertinas
y de horas
cargadas de añoranzas
soledad,
letargo
y frío.
Bolívar
Delgado Arce