TE LLAMO

 Apoyado en el muro envejecido
construyendo para ti una plegaria
garabateo una oración son palabras.

Estoy pensando que me buscas o me esperas
en la pradera del verano postrero,
en la sonrisa de las lunas llenas,
en la tristeza de mis evaporados versos.

Quiero besar tu piel
flotando en la huella de tu nombre,
descolgar mis huérfanas miradas
de los hilos sombríos del pasado.

Soy enigmático hasta pernoctar espacios,
hasta navegar en mis venas,
hasta diseccionar mi verbo,
hasta amortajar el camino de las sombras.

La prematura piel de la penumbra
exaspera mi oración de lejanías,
                                -entonces-
desde la ceniza profana de mis ojos
te llamo, sublevando mis angustias,
exhumando mis sonrisas,
trizando pesadillas y neblinas.

Te llamo para amarte
en la noche extraviada que se tiende
o en el sacrílego semblante de la aurora,
en la brasa insomne de tu vientre
o en la brisa cristalina de tu aliento,
en el tenue rubor de tus mejillas
o en la fiebre amordazada de tu cuerpo,
en el dulce sabor del primer beso
o en la presencia del hijo que anhelaste.
           !Te llamo para amarte!

                        René Torres Regalado
                                (Ecuatoriano)